¿Por qué no pedir un favor a un estúpido?

Quizás S. Charles Clarke tenía razón y aún tiene que probarse que la inteligencia tenga algún valor para la supervivencia. Es cierto, la inteligencia está en peligro de extinción. Cada vez somos más idiotas... o hay más personas idiotas. Se demuestra así que los hombres no son iguales, sino que están divididos entre los que son estúpidos y los que no. Un individuo inteligente intentará que en una situación ambas partes obtengan un provecho. Esto es que la mayor parte de sus acciones tendrán la característica de la inteligencia.

Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Una persona estúpida no ayudará a nadie en pos de obtener un beneficio mutuo, sino que intentará obtener el beneficio propio aun pasando por encima de otras personas. Asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costoso error. Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Alguien inteligente entenderá la lógica de alguien con malas intenciones, pero nunca la lógica de un estúpido.

Es el propio egocentrismo la causa de que una persona estúpida sea más peligrosa que una malvada. Jean Piaget sostuvo que los niños pequeños son egocéntricos por su carencia de habilidad mental para entender a otras personas que puedan tener diferentes opiniones y creencias con respecto a ellos. Por lo tanto un estúpido puede tener un pensamiento infantil y egoísta que le hace poner sus intereses propios en primer lugar (Esto también se denomina "irresponsabilidad"). Y si el interés propio es no mover un dedo, pues mejor para él.

También es cierto que en muchos casos, como apunta Carlo M. Cipolla (sic), el estúpido será una persona que causa daño a otra sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio. Se deduce así que el estúpido, guiado por su egocentrismo, actuará sin prever las consecuencias de sus interesados actos. Pongamos por caso que el individuo estúpido, tras no cumplir con un favor, tenga que pagar los daños ocasionados o pierda la confianza que depositaban en él ciertas personas y, de ésta forma, salga perjudicado a corto o largo plazo.

Queda claro que pedir un favor a una persona con rasgos de estupidez es un error fatal, pues a buen seguro se saldrá perjudicado. Pero el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y parece que hay que cometer el mismo error varias veces para no volver a repetirlo.

Por supuesto, de esto no se percatará un estúpido por su alto porcentaje de narcisismo, y seguirá actuando de igual manera sin variar un ápice su comportamiento. Es una pena, pues se puede aprender muchísimo de los errores. Se puede aprender, por ejemplo, cómo no ser estúpido.